La maestra Martha
—Gaby, tú serás la reina de primavera, ¿cómo ves? —dijo la maestra Martha, gordita, con su sonrisa de tía buena, a la niña de cinco años que estaba frente a ella.
—¡No! ¡Yo quiero ser de la escolta!—replicó la chiquita poniéndose rojita.
—Pero te verás más bonita siendo reina de la primavera, todas las niñas quieren ser reina de la primavera.—insistió la maestra tomando los cachetes de la niña.
—¡No! ¡Yo quiero ser de la escolta!
—Mira, decidamos esto por un chin cham pú, si tú ganas eres de la escolta, si yo gano serás reina de la primavera.
Y ahí tienen a la maestra Martha y a la chiquita de cinco años jugando piedra, papel y tijeras. Martha: Tijeras. Gaby: Papel. Y la pequeña tuvo que ponerse un vestido blanco, una corona y una capita roja, y aparte ensayar un vals, mientras veía con tristeza a las niñas de la escolta que estaban estrenando botitas negras. u.u
El profe Oscar
Gaby tiene 10 años. No sabe nada de la vida. Nada. Nada de nada. Lo único que sabe es que debe sacar buenas calificaciones, hacer sus tareas y jugar mucho con sus amigos. Entonces entra el profe Oscar en el aula.
—Soy Oscar, seré su profesor de quinto de primaria, lo que más me apasiona es la Historia antigua de México, mi fascinación son los aztecas, y… también debo decirles algo, tienen que contárselo a sus papás, y si, después de decirlo, ellos están de acuerdo en que sigan siendo mis alumnos, yo seré muy feliz. Díganles que soy ateo. Y que, por tanto, no creo en dios. Para mí, creer en él, es como creer… en esta piedra.
Dijo tomando una piedra del suelo. Fue ese el momento en que me pregunté acerca de dios. Y todo ese año con el profesor quise tratar de entenderlo. Mis mejores deseos para el profe Oscar, de quien aprendí tanto, hace un año que no lo veo u.u
Rocío
—Gabriela, ¿quién escribió ese TE AMO GABY en la pared?—preguntó Rocío con su voz fría y su mirada dura.
—No fui yo.—dice la chica de quince años.
—Ya sé que tú no lo escribiste, pero lo escribieron para ti, dime ¿quién fue?
—Jajajaja, ¿cómo se supone que debo saber eso?
—¡Traigan a Julio de 3° E! —bufó Rocío, estilo ¡córtenle la cabeza!
El chico es llevado ante ella. Tiembla. Rocío le hace mil preguntas. Él niega todas. Rocío lo deja ir.
—¡Ya sé quién fue! —dice Rocío con el rostro iluminado.
—¡C! Borra esa frase hoy, sino te la verás conmigo ¿entendido?
¿Cómo rayos? Me pregunto yo, ¿cómo rayos Rocío sabía casi todo de mí? u.u
Papá Gil
Los alumnos de 16 años están acomodando uno de los jardines del CCH. Gil los supervisa. Gaby remueve la tierra con una pala, se ha cansado, descansa en la banqueta. Comienzan todos a platicar animadamente. Gil se une a la conversación, habla del cuidado de las plantas y del amor de la naturaleza. Gaby no hace mucho caso, ve un bicho muy raro que camina por el suelo, el bicho se acerca a ella, le entra el miedo.
—Espere, espere profe.—dice al maestro, ella se levanta, todos la observan, se acerca sigilosa al bicho y lo mata de una pisada.
—¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! —grita Gil con la voz dolida.—¿QUÉ HAS HECHO? Imagínate que tú fueras un bicho, ¡¿te gustaría que te aplastaran?!
Gaby soñó ese día que era como la cucaracha de La metamorfosis de Franz Kafka, y desde esa vez no ha vuelto a matar animales inocentes u.u
Leonel, Ugalde y René
—¿Cuál es tu mayor sueño? —dicen los tres profesores en momentos y lugares distintos. Gaby tiene ya 18 años.
—Mi mayor sueño es poder ser una buena escritora.
Leonel (mi profe de Creación Literaria) dice: —¿Sólo buena? Yo cambiaría ese adjetivo por excelente. Hazlo. Mata el lenguaje y reinvéntalo. Luego mátate a ti y renace. Si puedes hacer esas dos cosas creo que no hay duda en que lo lograrás.
Ugalde (mi profa de Teoría de la Historia) dice: —Pues no se nota que lo quieras lograr de verdad ¿eh? Debes amar tu sueño. Debes seguir tu sueño. Debes hacer el amor con tu sueño todos los días de tu vida. Entonces… tal vez… lo logres.
René (mi profe de Estadística) dice: Y yo que esperaba que te inclinaras a las matemáticas. Está bien, Te voy a creer. Voy a creer que lograrás lo que quieres. Escribe mucho y lee más. Te regalo este libro (Decadencia y caída de Evelyn Waugh). Y por cierto, en mi materia tienes 8. No entregaste tareas.
¡FELIZ DÍA DEL PROFE!