23 abril, 2017

Golpeteo

Así, suave y constante, el golpe en el pecho. Por muchas cosas, yo lo sé. Por miedos e indecisiones. Por atragantarme con mis futuros.

Hoy me desperté pensando en él, en cómo sería estar en sus brazos y sonreír. Incluso imaginé que cambiaba mi estado de facebook a "tiene una relación con". Me pregunto por qué antes me era imposible verlo de esa manera, me pregunto si, ahora que lo miro así, es una verdad o un miedo. Un apego, tal vez. Me di cuenta de que lo admiro, de que lo quiero y de que siempre ha estado conmigo. Me gusta su voz, me gustan sus sueños, me gusta que abrace a quienes ama. Me gustan sus besos. Pero no le dije nada porque no quiero emocionar con algo que no tengo claro. Desde antes ha sido así, desde antes regalé expectativas que hicieron daño. Ya no más. El punto es que hoy desperté pensando en él y me sentí tranquila. Tenía tiempo que no me invadía esta suave emoción.

El golpe no se va a detener hasta que me digne a plantarle cara a mis miedos más postergados. Identifico dos: Una fecha de entrega y una visita a alguien que quiero. Y cuando haga al menos esas dos cosas habrá otras más, pero mientras son ésas. Mientras.

Me cuesta demasiado creer que ya se vaya a acabar abril. Se me fue como agua entre los dedos, sedoso y rápido. Veloz. Intangible. Lejano.

No hay comentarios: