La poesía es un lenguaje que siempre ha acompañado a Abril. La guía, la hace llorar, la hace creer, confiar, saber. La poesía es el único lenguaje con que puede aminorar su dolor, con el que puede resaltar sus alegrías. No es tanto por las rimas, no es tanto por la métrica… es por las palabras que se acomodan justo para decir lo que se piensa o lo que se siente.
Por eso, aquella tarde, cuando mayo estaba a varias horas de haber llegado, Abril recortó esta poesía del periódico, leerla le había causado una especie de dolor, ella no entiende a veces como las letras se mezclan para dar en el lugar perfecto.
YA NO
Idea Vilariño
Ya no será,
ya no viviremos juntos, no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa, no te tendré de noche
no te besaré al irme, nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber por qué ni cómo, nunca
ni si era de verdad lo que dijiste que era,
ni quién fuiste, ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido vivir juntos,
querernos, esperarnos, estar.
Ya no soy más que yo para siempre y tú
Ya no serás para mí más que tú.
Ya no estás en un día futuro
no sabré dónde vives, con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca como esa noche, nunca.
No volveré a tocarte. No te veré morir.
Así cada frase le llegó a la garganta, cada “ya no” que le costaba pronunciar. Un “ya no” por las veces que esperé, un “ya no” por las veces que creí, un “ya no” por las veces que lo intenté de nuevo, siempre con la misma respuesta, de que es un “ya no”, uno de verdad que tiene peso, que tiene realidad. Un “ya no” de volver a verte, creerte, quererte… sólo “ya no”.
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